La fibromialgia es una afección de dolor crónico compleja y, a menudo, incomprendida. Si bien sus síntomas pueden variar de persona a persona, aquí hay ocho síntomas comunes y a menudo angustiantes asociados con la fibromialgia:
- Dolor generalizado: el síntoma característico de la fibromialgia es el dolor crónico y generalizado. Este dolor suele afectar a músculos, tendones y ligamentos de todo el cuerpo. Puede describirse como una sensación profunda, dolorosa o de ardor y, a menudo, se mueve por todo el cuerpo.
- Fatiga: muchas personas con fibromialgia experimentan fatiga extrema y alteraciones del sueño, incluidas dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido. Incluso con un sueño aparentemente adecuado, es posible que se despierten sintiéndose cansados y sin aliento.
- Puntos sensibles: Los puntos sensibles son áreas específicas del cuerpo que son sensibles a la presión. Presionar estos puntos puede causar dolor. Si bien los puntos sensibles ya no son un criterio de diagnóstico primario, todavía se consideran en la evaluación de la fibromialgia.
- Síntomas cognitivos (fibroniebla): las personas con fibromialgia a menudo informan dificultades cognitivas, comúnmente conocidas como “fibroniebla”. Esto incluye problemas de memoria, concentración y claridad mental.
- Rigidez matutina: la rigidez matutina es una queja común entre las personas con fibromialgia. Puede hacer que levantarse de la cama y comenzar el día sea particularmente desafiante.
- Dolores de cabeza: los dolores de cabeza tensionales frecuentes o las migrañas son un síntoma común de la fibromialgia. Estos dolores de cabeza pueden ser severos e incapacitantes.
- Síndrome del intestino irritable (SII) y problemas digestivos: muchas personas con fibromialgia también experimentan síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, hinchazón, diarrea o estreñimiento, a menudo diagnosticados como SII.
- Sensibilidades sensoriales: las personas con fibromialgia pueden ser hipersensibles a estímulos como el ruido, la luz y los cambios de temperatura, lo que puede exacerbar sus síntomas.
Es importante tener en cuenta que la fibromialgia es una afección compleja y los síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia entre las personas. Además, la fibromialgia suele tener comorbilidad con otras afecciones, como depresión, ansiedad y trastornos autoinmunes, que pueden complicar aún más el cuadro clínico.
Si usted o alguien que conoce experimenta síntomas que sugieren fibromialgia, es fundamental consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados. El tratamiento generalmente implica una combinación de medicamentos, ajustes en el estilo de vida, fisioterapia y, a veces, asesoramiento para abordar los aspectos físicos y emocionales de la afección.